Si bien en junio aumentarán un 7,5% ese porcentaje es menor al 11,5% que venían reclamando los dueños de los colegios, desde la semana pasada, cuando anunciaron que las paritarias salariales docentes afectarían el resultado económico de sus establecimientos.

Pero el vaso también tiene una mitad medio llena para ellos: porque el mismo 7,5% que se les permitirá subir en la provincia de Buenos Aires está por arriba del doble de lo que se había pactado en febrero, cuando el valor acordado en el programa de precios justos era del 3,5%.

Esto quiere decir que el Gobierno está reconociendo un importante nivel de inflación en el segmento, en particular. Es el mismo rubro que en la medición de la inflación de marzo sorprendió con un dato relevante del 19% para el mes, apalancado por los precios de la educación privada y los materiales educativos.

El aumento provincial responde a un pedido de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (AIEPBA), que a través de su Secretario Ejecutivo, Martín Zurita, manifestó que los aranceles “tienen un retraso de varios puntos porcentuales, tanto en comparación con el aumento otorgado a los docentes, como con relación al índice de precios al consumidor acumulado hasta este mes”.

Las subas pautadas quedaron desfasadas frente al ritmo de la inflación durante los últimos meses y a las actualizaciones paritarias acordadas con los gremios, por lo que para las instituciones educativas de gestión privada se tornó insostenible continuar con el acuerdo de principios de año.