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Jueves, Marzo 28, 2024
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EmpresasArgentina23 de Marzo

Produciendo con costos europeos en una economía con alta inflación y dólar atrasado

La radiografía de la industria muestra que los empresarios están luchando para sostenerse por encima de la línea de flotación. Domingo Contessi, presidente de Astilleros Contessi, contó los pormenores del sector y qué pasa en un contexto difícil en muchas industrias nacionales a las que la inflación y los costos dolarizados al precio del “blue” les erosionan el capital de trabajo.

 

 

Pese a que detrás de una botadura hay mucha alegría y la satisfacción de haber alcanzado otra meta, la realidad de varias empresas locales en el puerto de la ciudad es compleja. Las pesqueras luchan por la merma de los desembarcos, eso impacta en los trabajadores de plantas que procesan materia prima. Los talleres navales y astilleros también están en la encrucijada de sostener sus costos en un contexto difícil, donde los clientes –básicamente exportadores- están condicionados por liquidaciones que reciben al precio del dólar oficial mientras los costos se encuentran mayoritariamente dolarizados. Así, la brecha cambiaria también impacta en los dadores de empleo y el sector productivo.

En una extensa entrevista concedida a ADNemrpesario el presidente del astillero comento que “no se están firmando contratos a futuro porque no se pueden fijar precios”, en referencia a la actividad industrial y la construcción de nuevas embarcaciones: “se van construyendo barcos pero no están vendidos. Los armadores aceptan en base a la confianza, pero no hay chances de presupuestar porque las condiciones económicas no lo permiten”. Es decir, están trabajando a remito abierto.

Es que presupuestar un barco lleva un cálculo de más de 350 variables, que se logra hacer en un tiempo no menor a un mes y a veces hasta dos meses. Por lo menos, así señala Contessi que se debe presupuestar para hacer un trabajo serio. El problema es que los faltantes de insumos y los precios a los que se importan los componentes extranjeros impactan.

Consultado acerca de cómo observa el 2023 y si el año “ya está jugado”, el entrevistado respondió que “no lo sabemos. Esto es Argentina y pueden cambiar las cosas de un momento para otro”. Y ejemplificó: “un salto devaluatorio alto seguido de congelamiento de precios ha sucedido en otras oportunidades. Eso puede dar estabilidad en el corto plazo, pero hoy estamos preocupados por una inflación que se espiraliza, salarios que no le alcanzan al trabajador, con costos que van corriendo detrás de un dólar que siempre está atrasado. Desde octubre de 2020 la inflación es más alta que la apreciación del tipo de cambio, y ya tenemos costos laborales que son parecidos a los de Europa. Hoy tenemos un costo de u$s 1.600 cuando antes era de 800 dólares por trabajador. Y los insumos aumentaron un 300%”.

 

ADNempresario: - ¿Entonces, cómo se hace?

Domingo Contessi: - La industria tiene ingresos en dólares oficiales y egresos en blue. Entonces, se duplican nuestros costos de la noche a la mañana pero nosotros no podemos aumentar nuestros ingresos. Ese es el drama, porque estamos fundiendo a quienes nos tienen que auxiliar. Es una paradoja increíble.

Yo entiendo a aquel que puede diferir exportaciones, que en este contexto lo va a hacer. Pero hay sectores –como este- que no lo podemos hacer, porque en la pesca si no vendemos no podemos pagar los sueldos. No existe el silo bolsa de langostino.

Yo no le puedo decir a mi cliente que el dólar que antes le vendía a dólar oficial ahora se lo tengo que vender a dólar blue. Es un círculo vicioso que a nosotros nos está matando, a la industria la castiga fuertemente y los sectores exportadores están con la lengua afuera. No aguantan más.

ADNempresario: - ¿Cómo está la industria naval, puntualmente?

Domingo Contessi: - Seguimos con una inercia fuerte. Con contratos que se cerraron hace unos años. Si bien algunos se cayeron, otros siguen vigente. Pero ahora no se está firmando ningún nuevo contrato. Y el problema lo tenemos con la materia prima y los insumos, porque se hace muy difícil recibir productos del exterior.

En el astillero el componente importado es del 30 al 35%. Eso es lo que importamos de forma directa, que incluye chapa de acero y aluminio, motores, propulsores, cajas y equipamiento electrónico. Pero hay otros equipos que compramos a distribuidores, que pueden ser nacionales pero que tienen componentes importados: los guinches tienen las bombas hidráulicas importadas, los sistemas frigoríficos tienen compresores de afuera, igual que las instalaciones eléctricas.

 

“Si hoy compro por medio de un revendedor estaría dañando seriamente mi economía, con precios que se cuadruplicaron en dólares” (D. Contessi)

 

Hoy, como astillero, me veo obligado a importar más insumos que antes. ¿Por qué? Porque la dispersión de precios que tiene el revendedor es tanta que no tengo posibilidad de ir a comprarle. Antes lo hacíamos de manera directa con el revendedor, pero hoy si lo hago estaría dañando seriamente mi economía: la chapa que compro directo afuera la pago u$s 850 y si la tengo que comprar localmente me sale u$s 4.000 o más. Cuatro veces más, seguro. Y es un despropósito. Así pasa con todos los insumos importados porque el revendedor no sabe a qué dólar lo va a poder reponer ni cuándo.

Lo que está pasando es que el atraso cambiario del 2021 al 2022 generó estas distorsiones. Cuando en agosto de 2022 se aplicaron las SIRA los revendedores se pasaron al dólar blue y eso se repite en todos los insumos. Estamos con costos cuadruplicados en dólares y las autoridades parecen no tener herramientas para hacerlo. Pero yo me pregunto ¿por qué se dejó atrasar el dólar tanto? Esta política de pisar el dólar como ancla antiinflacionaria le genera un daño tremendo a la industria y a la economía del país.

 

Visión institucional

Constessi preside la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) que reúne a diferentes cámaras del sector. En este sentido, y desde su rol institucional, contó que “tuvimos muchas medidas de apoyo que fueron muy buenas para la reactivación de la industria naval. Pero hoy está todo bastante frenado por la coyuntura macroeconómica. Esa es la paradoja que estamos viviendo, y es una lástima porque si hubieran coincidido la visión de política industrial que tiene el Gobierno, con las buenas medidas de fomento que se dieron en su momento, con una economía sana y razonable, hoy estaríamos en una situación inmejorable”.

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