No ser pobre en la Argentina significa superar la barrera de los $ 76.146 de ingresos mensuales.

Pero todos saben que esa línea imaginaria y estadística que dio a conocer en las últimas horas el Gobierno es solo eso: imaginaria y un dato.

La información surge del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el organismo oficial encargado de medir los indicadores fundamentales del país.

Entonces, quienes no quieran ser pobres deberán plantearse un rango a superar en los $76.146,13 que es el valor que alcanzó la Canasta Básica Total (CBT).

Vale decir que esta CBT está compuesta por un conjunto de alimentos y servicios básicos para la subsistencia de una familia compuesta por un matrimonio y dos hijos.

La indigencia es otra cosa. Y para sortear ese durísimo rango hay que obtener ingresos por encima de los $32.963,69 para una familia tipo.

Nótese dos cosas: que, en la actualidad, el salario mínimo vital y móvil fijado por el Gobierno, los sindicatos y las cámaras patronales en la mesa paritaria nacional es de 32.000 pesos. Y que el salario de un empleado de comercio se encuentra levemente por debajo de la CBT que determina la pobreza. Todo dicho. Al trabajador lo único que lo salva es la dignidad de ir a ganarse lo suyo sin que nadie se lo regale.