Muchas veces se proyectó la posibilidad de que los países del Mercosur contaran con una moneda única, al estilo el Euro en la comunidad europea. Sin embargo, siempre faltó algo para poder continuar.

Ahora, la Argentina y Brasil avanzaron con la idea de poner en marcha un sistema monetario entre ambos. Se trata de la posibilidad de usar un medio de pago aceptado pero solo para las operaciones de comercio exterior.

Puesto en contexto, estamos hablando de la chance de que un mercado superior a los doscientos millones de personas pueda contar con un instrumento ágil y fácil de liquidar para los gobiernos y sus bancos centrales.

No los unifica el amor sino el espanto, podría decirse. Un poco es así.

El nacimiento de Sur, esta divisa regional entre brasileños y argentinos está destinado a reducir el uso de dólares en el comercio bilateral.

Para la Argentina, Brasil es el mayor socio comercial y al que le envía el grueso de sus exportaciones, y también recibe producción de las empresas de aquel país.

La aparición de Sur no solo ha caído bien entre ambas naciones -fundamentalmente en sus gobiernos y las cámaras sectoriales, en presentación del sector privado, el destinatario- sino también le ha parecido interesante al empresario Elon Musk, creador de Tesla y de varios emprendimientos que lo pusieron a la vanguardia en la última década.

Podría ser esa una señal internacional del ámbito privado que generaría tranquilidad. O a la inversa una señal de alerta entre quienes ven al dueño de Twitter con algo de recelo.

Más allá de todo, si Sur sirve como una pieza de integración regional económica entre las dos más grandes economías del continente americano austral, bienvenido sea.

Matías Frati – Director
ADNempresario